Gabriel Senanes, como músico, es capaz de cruzar las fronteras algo absurdas que imponen, cada vez con menos fortuna, la discografía, la radiofonía y la programación de conciertos. Que la división tajante en géneros es algo del pasado lo demuestra lo frecuente de los cruces, la existencia de espacios destinados al jazz o al tango en radios de música clásica, y la cantidad de jóvenes músicos cuya formación les permite derivar o jugar a que no existen esas diferencias formales.
Dentro de su discografía, de todas maneras, este disco es claramente una antología de música escrita, interpretada y dirigida a la usanza de la tradición orquestal. La sustancia sonora, lo que se escucha, sin embargo, siempre dentro del lenguaje tonal del siglo XX (por momentos politonal, es cierto), atraviesa paisajes reconocibles del jazz, del tango piazzollesco (brillante el Minitango, track 6) y giros folklóricos.
El violín de Fernando Suárez Paz cobra importancia en los solos de las obras grabadas por la Orquesta Cuerda, la agrupación creada y dirigida por el propio Senanes en la que también es solista como segundo violín Pablo Agri. La obra en tres movimientos En claves celestiales fue grabada por la Camerata Bariloche, con Fernando Hasaj como director y Pablo Saraví como concertino (la grabación es de 1999).
Sería larga la descripción de cada obra, y en el libro que incluye esta edición eso está muy bien hecho por el propio compositor. Vale decir que el disco, recopilación de grabaciones hechas a lo largo de más de una década, es impecable en cuanto al audio. Una necesaria aproximación a un compositor argentino multifacético y dueño de una mirada muy personal.
Club del Disco
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