Este álbum tiene varios puntos a destacar. En primer lugar hay que resaltar la potencia y la técnica de la voz de Gabriela Bergallo y su empuje al interpretar semejantes monstruos de nuestro folklore. Desenfrenada y a la vez bien ubicada, no se le achica al género ni le teme: al contrario, mete su impronta con carácter y una actitud con algo de rock. Pero ella no está sola, Juan Esteban Cuacci es quien se ocupa de los arreglos y de la dirección musical que también está acompañado por los músicos de La Máquina, el grupo formado por el pianista.
Gabriela es una cantante argentina que vive hace varios años en Suiza y lleva ese mismo tiempo presentándose en diversos escenarios europeos. En Cielo arriba decidió grabar algunos de los temas que ofrece en esos conciertos. Y junto a Cuacci, eligieron un repertorio que comprende zambas, chacareras y ritmos del litoral de autores reconocidos, como Gustavo “Cuchi” Leguizamón, Atahualpa Yupanqui, Raúl Carnota y Jorge Fandermole, entre otros grandes.
Este álbum fue grabado en el Teatro Di Capua, en Embrach (Suiza), por el prestigioso ingeniero de sonido Eduardo Bergallo, hermano de Gabriela, quien decidió utilizar micrófonos de cinta para conferir a este trabajo el tipo de sonido envolvente de las grabaciones de los años ’50.
Recorrer este querido repertorio es placentero. Son canciones que no cansan jamás y que toman nuevo destino en cada interpretación. En este caso, abordadas por una artista poderosa y con muchas herramientas vocales e interpretativas. Un trabajo con mucha calidad y talento que vale la pena apreciar.
Club del Disco
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