En Caleidoscopio se dan cita tanto la guitarra eléctrica como la acústicas y la criolla, el bajo eléctrico y percusiones particulares como el garrahand o el berimbao y muy buenas canciones que laten influenciadas por las baladas del rock. Como Paula Neder nació y vive en Mendoza, eso también está muy presente en sus ricas composiciones. La tonada, la cueca y otros aires de nuestras músicas tradicionales; el viento de los Andes en temas que soplan con interesantes giros melódicos.
Muy presente su voz clara, con una energía que puja siempre hacia afuera y sabe matizar lo sutil con la fuerza que le impone a la mayoría de las canciones. Paula no es una chica de esas de voz suavecita o que encantan por lo dulce, sino que impone presencia con su canto y logra muy buenos resultados, ya que como dijimos las piezas tienen un fuerte carácter sonoro y personal.
Este primer registro hecho totalmente en su ciudad natal, nos da una muy buena oportunidad de conocerla bien, con variedad y calidad. Tiene once temas propios, con letras y música de Neder, ella al frente con su voz, más un invitado que le sienta muy bien al disco, cuando en el track 4 aparece Sebastián Garay (otro cantautor emergente destacado en la nueva escena mendocina).
En la producción y los arreglos trabajó a la par con el guitarrista Joaquín Guevara y el productor Matías Gorordo, quienes han hecho un gran trabajo con el audio, con el tratamiento fino de cada tema, sobre todo en la sonoridad de las guitarras y la forma de tocarlas; pues el disco se basa en pocos instrumentos y bien utilizados.
Una interesante amalgama sonora con impronta global, pero que no olvida de dónde está hecho y mantiene cierta frescura, una rusticidad bien encausada. Lo que hace que el paso de una canción a otra, de una pieza más pop a una bien folklórica no suene ajeno ni genere tensión alguna.
A su vez, la misma Paula Neder cosió a mano el packaging de papel reciclado que viene con el arte gráfico contenedor del CD. Toda una obra artesanal y personal.
Club del Disco
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