Este disco se grabó en Holanda en 2010 y ahora se editó finalmente en la Argentina, país de origen de Marcos Di Paolo, guitarrista, compositor y arreglador del trío. El grupo parte de una mirada sobre el folklore argentino pero con mucho vuelo llega a otros lugares, manejando un discurso y una sensibilidad más ligada al jazz. Esto está dado no sólo por el color que le da el contrabajo sino por las texturas de los arreglos y el toque de Di Paolo, más cerca de John McLaughlin que de Juan Falú.
El resultado de ese cruce de universos diferentes es riquísimo, y se aprecia más aún en los temas que son versiones de clásicos argentinos del siglo XX como la cueca Remolinos de Nolo Tejón, o la Zamba de Argamonte, del Cuchi Leguizamón, ambas en exquisitas versiones, con lo difícil que es siempre decir algo nuevo sobre caminos tan transitados.
Los tres músicos participan en partes iguales del andamiaje del grupo. Facundo Guevara no deja de sorprender con su creatividad rítmica y tímbrica, inventando siempre nuevos colores, y el contrabajista Daniël Lehmann, la pata holandesa de este trío, borda melodías con una claridad inusitada en la digitación. Es un disco aparte si se lo escucha prestando atención especial a su instrumento todo el tiempo, ejercicio muy recomendable con auriculares. En tres temas originales de Di Paolo sorprende la irrupción de un piano, a cargo de Randal Corsen que agrega un color más y lleva el trío a cuarteto. El violinista Jasper Le Clercq aparece como invitado también en Uspallata (track 8).
Largo viaje por la música argentina, Di Paolo, como buen cuyano, se explaya con felicidad en las cuecas, pero también tiene muy buena mano para la lentitud de la zamba, cosa que se refleja curiosamente en el standard de Bill Evans, Very early (track 6). Todo termina con aires más latinos en Fiestas en La Libertad.
Club del Disco
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