El disco comienza y termina con dos tangos de Horacio Salgán: el arranque es con La llamó silbando, en el que el violín de Bruno Cavallaro emula el silbido; el cierre con el clásico A Don Agustín Bardi. De esta manera, con dos tangazos de uno de los maestros del género, pianista, el guitarrista César Angeleri enmarca el disco de su cuarteto, que completan Sebastián Enríquez en guitarra y Roberto Tormo en contrabajo.
Luego de dos bellísimas versiones de Shusheta, de Cobián, y Ausencias, de Piazzolla, Angeleri firma una milonga propia a dos guitarras, La redonda (track 4), en el que claramente algunas armonías y giros tienen la influencia de todo lo que pasó en las últimas décadas.
Dejamos a los oyentes el placer de descubrir las muchas sutilezas que hay en cada tema de la lista, pero baste decir que resalta la participación como invitado del oriental Daniel Maza con su bajo eléctrico en otra milonga del líder del grupo, Milonganiza (9).
Un trabajo íntimo y equilibrado, con una justa proporción de clasicismo y novedad.
Club del Disco
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