Patán Vidal es un pianista, tecladista quizás sea la palabra para definirlo, que viene tocando con muchísimos artistas desde hace décadas. La lista es extensa; se puede mencionar a Luis Salinas, Willy Crook o Javier Martínez, entre otros. Pero este es realmente el primer disco enteramente producido para él y la cantante, Luz González, quien además es compositora y tiene dos discos solistas en su haber.
El disco repasa grandes títulos en formato R&B y soul, incluyendo Inner City Blues (track 4), de Marvin Gaye, y un viejo hit de Bob Marley (Wait in vain, track 5). El sonido, trabajado en un super estudio de Chicago, es un lujo, por profundidad, definición y colores. Los teclados suenan increíbles. La producción artística fue de Daniel Melingo, nada menos, quien se da el gusto de tocar el clarinete bajo en un tema (track 2).
Para cerrar, la banda, llena de músicos de jazz, se despacha con un clásico de Thelonious Monk, Straight, no chaser (track 8). Nocturno, lujoso visualmente y al tacto, el diseño gráfico de Alejandro Ros es especial y juega con el insomnio del título, ese que hace las noches interminables, infinitas.
Club del Disco
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