Canticuénticos sigue creciendo, tocando por toda la Argentina y países limítrofes, llegando a las casas de millones de familias gracias a YouTube, entrando a los jardines de infantes y escuelas, y ahora presentan nuevo material discográfico. Y si bien, con mucho decoro ponen como bonus track una nueva versión de su gran éxito (esta vez es La murga del monstruo), el disco está construido con materiales nuevos. Son autores prolíficos y lo vuelven a demostrar.
Oriundos de Santa Fe, y provenientes del ámbito educativo, los integrantes de Canticuénticos son polifuncioales: componen, cantan, tocan, actúan, dibujan, graban y se editan ellos mismos. La independencia llevada hasta las últimas consecuencias. Esto les permite tener un control de los tiempos y de la calidad de sus ediciones. Apelando a diferentes temáticas, en esta ocasión sobresalen la Chacarera jeringosa, y llama la atención cómo se apropian de la lucha por la igualdad de género con Juntes hay que jugar.
Un disco que se sigue como un relato, que permite jugar, bailar y cantar, y que sigue en la senda del anterior Algo que decirte. Y, sí, Canticuénticos tiene algo que decirnos.
Club del Disco
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