Como dicen las líneas internas del LP y aquí reproduce el librito del CD, este fue el primer disco larga duración de Jorge Navarro, pianista que inevitablemente algunos tenemos asociado a un jazz más tradicional a raíz de su trabajo con big bands, sus recreaciones de George Gershwin, y otras aventuras en las que se vio envuelto desde los '90 pero que en este álbum coquetea con el rock, y funkea de lo lindo.
El sorpresivo comienzo es nada menos que con Black Dog, clásico de Led Zeppelin en el que Ricardo Lew descose la guitarra (con mucha distorsión) pero que tiene también la marca de este quinteto: una percusión muy latina que ablanda un poco lo pesado del original. Luego se suceden piezas muy funky, otras páginas con aires de latin jazz y el aire de bossa de Lucky Southern (tema de Keith Jarret).
A lo largo de casi todo el disco hay una búsqueda tímbrica, con los instrumentos armónicos pasados por efectos, que lo hacen de avanzada para la época: sigue sonando moderno en 2018. Tal es así que, cuando en la introducción de la última pista, Después de la polenta, firmada por Navarro, este toca el piano Steinway nos suena raro. Es solo un comienzo, luego cambia por el Fender y todo vuelve a la "normalidad".
Parte del encanto de este disco tiene que ver con la maestría del legendario ingeniero de grabación Carlos Píriz, uno de los artífices de Ion en los '70. La sensación que nos queda, luego de escucharlo innumerables veces, es que no hay otro testimonio de esa época -por lo menos por afuera del llamado rock progresivo de la época- del acercamiento entre el rock, el funky, el jazz, tan bien documentado.
Una condensación de lo que se estaba cocinando en ese fin de década, muy claramente liderado por Jorge Navarro pero con mucha libertad para los músicos al mismo tiempo. Con lo mejor de la tradición del jazz y el color y la explosión de la música negra que estaba sonando en todo el mundo en ese momento. Un disco fundamental que ahora está, para no perdérselo.
Club del Disco
Comentarios
Que grande mi maestro el Momo Minichillo! Qué alegría va a ser escuchar este disco! Gracias por el aporte!