¿Se puede hacer un pogo con una canción de la Guerra Civil Española? ¿O animar una fiesta con la Canción del Frente Popular, cuya letra original era de Bertolt Brecht? Esta rara mezcla de grupo punk con orientación de izquierda, con recopiladores de repertorio folklórico revolucionario y banda de pueblo que es El Violinista del Amor y Los Pibes que Miraban tiene la respuesta: pidamos lo imposible.
Este es su segundo volumen de canciones revolucionarias, y está claramente dedicado a la Guerra Civil y a la posterior lucha antifranquista. Los arreglos del ahora quinteto son sencillos y efectivos: no buscan el virtuosismo. Están cruzados por la cultura rock, no hay un intento de ser fieles a la época ni a la pronunciación. Es un trabajo de barricada, no una tesis universitaria. Así, pasan Bandiera rossa, Puente de los franceses (en versión folk), Hijos del pueblo (instrumental) y otros éxitos rojos europeos del siglo XX.
Si se pudiera postular la existencia del género "discos con canciones de la Guerra Civil Española", hay que decir que este es el que cuenta con la información más completa y fidedigna sobre cada canción. En ese sentido, la preciosa e imaginativa gráfica, inspirada en la estética de los '30 -aunque intervenida por el comic fabuloso de Art Spiegelman- incluye datos inesperados para muchos sobre la autoría de canciones que suponíamos más antiguas de lo que en realidad eran.
Club del Disco
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