Paula Frondizi es argentina, pero evidencia un asombroso conocimiento del repertorio tradicional de Nápoles. Su voz, de amplio registro de mezzosoprano, tiene bellos graves y livianas notas agudas: parece especialmente preparada para abordar estas canciones melancólicas pero de melodías amplias y exigentes para los cantantes.
Eligió cuidadosamente canciones entre las que no están las más populares y trilladas del género (por suerte), pero donde no faltan algunas que son favoritas de los conocedores. El grueso de las trece piezas que conforman el disco son, por lo tanto, de la época dorada de la canzonetta: las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del s. XX. Un período de cincuenta a sesenta años en los que se forjó un estilo propio, que influyó sin dudas en el tango y que viajó por todo el mundo debido al éxodo de inmigrantes del sur de Italia. Pero también hay algo de modernidad en Vesuvio (track 8) de un grupo napolitano actual, y una canción con ritmo tropical de Totò, actor y autor ídolo de la posguerra. Y hasta una canción también de Nápoles pero del Renacimiento.
Para este emprendimiento contó con un aliado: Marcelo Rodríguez se ocupó de escribir los arreglos y dirigir a los músicos, trámites nada sencillos en los que equilibró tradición con innovación, todo siempre con una gran elegancia. Así, a la base de las canciones, conformada por guitarra o piano, se suman cuerdas, que brindan un colchón armónico; instrumentos de percusión del Mediterráneo; laúd; mandolina y hasta un bandoneón, que no desentona para nada. Hay una elegancia en la conducción de las voces que hace que todo esté en su lugar. Esto fue reforzado por la buena toma en la grabación y por las sutilezas de la mezcla y mastering.
Un viaje a una de las ciudades más bellas y contrastantes del Viejo Mundo, con muy buen gusto y que abre las puertas para conocer más de esta apasionante música.
Producido por Marcelo A. Rodríguez
Comentarios
hola!como va?no se olviden por favor del disco que vi cuando estuve con vosotros y de pescar navarro con polenta por favor,un abrazo marcelo