En nueve canciones este grupo de mujeres ofrece algo inusual por su novedad, en el a veces apolillado y muy masculino mundo del tango. Bajo el formato del tango canción, de la milonga, del candombe, respetando las formas clásicas y con mucha imaginación en los arreglos y una poética muy cuidada, Verónica Bellini, autora de todas las letras y músicas, arregladora, directora y pianista de este proyecto, entrega un material precioso para las cantantes de tango, ya que están escritos desde el punto de vista de la mujer, algo inexistente (casi) en el género -palabra que nombra tantas cosas.
Las letras merecen la mayor atención: hay algunas más íntimas, otras de corte costumbrista, pero en todas lo que prima es una gran originalidad, una mirada algo irónica y una facilidad para la palabra justa que sorprenden. Al desgarrador comienzo de Sin nada más le siguen Solterona, (que es casi la contrapartida de Nunca tuvo novio), la crítica a las costumbres (un poco deudora de Discepolo) de Cuestión de tiempo, la descriptiva El super chino (donde relucen frases como “más perdida que una anchoa en una ensalada Waldorf”) o el lirismo del vals Como las estaciones.
Así, con mucho humor, avanza un disco en el que ninguna canción dura más de lo necesario y que cierra con el brillante Candombe esdrújulo, que cuenta con la participación de Daniel Maza en bajo eléctrico, una cuerda de tambores y un coro murguero al estilo montevideano.
Toda la producción sonora, donde no tiene un lugar menor la calidad de la grabación ni el mastering (a cargo del “Portugués” Da Silva) se ve apoyada por una muy original gráfica circular, y esto incluye el packaging, que es una latita de aluminio que rodea muy finamente al disco.
El librito trae, por suerte, todas las letras, con lo cual el deleite de escuchar mil veces estos tangos, valses, rancheras, milongas y candombes es doble.
Producido por Verónica Bellini
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