Grupo construido en torno al dúo conformado por Dolores Solá y Acho Estol, ya para 2011 un grupo de dos, en este álbum se dieron muchos gustos, además de contar con numerosos invitados que aportaron voces, instrumentos e ideas para los arreglos.
La imaginación barroca de Acho Estol concibió este disco como un díptico: por un lado las versiones de canciones ajenas, en las que brilla la voz de Dolores; por el otro un disco de canciones propias y nuevas.
En el primero se destacan dos clásicos de Charly García, que curiosamente abren y cierran ese CD. En Por probar el vino y el agua salada (track 16) Pablo Dacal demuestra que es un gran cantante de rock (entre otras cosas).
En el segundo, algo más oscuro, si se quiere, Acho demuestra nuevamente su inagotable imaginación. Parodia el tango viejo, pero tiene también lugar para imaginar milongas aceleradas, para crear climas densos o para tropicalizarse.
Es la oportunidad para hacerse de este bello objeto, cuyo librito de 20 páginas nos habla de otra época, en la que las ediciones independientes podían editar productos que hoy serían impensables por su costo.
Club del Disco
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