En 1997 Baby López Furst, Jorge Navarro y Ernesto Acher presentaron Gershwin, el hombre que amamos con un formato de dos pianos y orquesta. Nueve años después, ya sin López Furst, en lugar de buscar un (difícil) reemplazo, quedó el piano de Navarro ahora al frente de un trío que completaban Carlos Álvarez en contrabajo y Eduardo Casalla en batería, y claro, la orquesta con la dirección de Acher y los arreglos de López Furst. Este disco corresponde a dos de los conciertos de esas presentaciones, grabados en el Teatro Coliseo en 2006 y editado en CD un año después. El espectáculo regresó con una formación muy parecida en 2015.
George Gershwin (1898-1937) es un caso raro de talento precoz y vida corta. Hay, tanto en la música popular como en la de tradición escrita otros ejemplos notables de precocidad y de fugacidad, pero lo curioso del músico neoyorquino es que unió ambas tradiciones logrando una fusión impensada en Porgy & Bess, su ópera, que es quizás el punto más alto de esta mezcla. En cierto sentido, el espíritu anfibio de Ernesto Acher, quien se forjó un nombre como integrante de Les Luthiers y luego con la creación de La Banda Elástica, tiene correspondencias innegables con la idea de Gershwin. En cuanto a Navarro, se trata de alguien plenamente identificado con la idea del jazz en su estilo más puro.
En todo caso, es un deleite escuchar los distintas facetas de la obra de Gershwin en combinación con las distintas posibilidades del orgánico: piano trío solo, piano trío más orquesta, orquesta sola, etc. La calidad de los músicos y el buen gusto en la elección del repertorio garantizan grandes momentos. Escuchar a un pianista como Jorge Navarro explayarse sobre clásicos como I got rhythm (track 5) o 's wonderful (7) es un deleite.
Club del Disco
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