Juan Torres Fernández amasó este proyectado disco durante un buen tiempo, sin apuro. Lo fue madurando (lo sabemos porque hace poco más de un año que venimos conversando con el artista) y finalmente en mayo llega a los socios del Club, luego a las disquerías, a la calle, a los conciertos... Se llama simplemente o nada menos que Cambios, pequeña palabra que expresa tanto en siete letras, y que además en el vocabulario del jazz tiene significado propio.
Pero el saxofonista y compositor no le habla a la capilla de los fanáticos jazzeros, sino que grabó ocho piezas propias que son fácilmente disfrutables por el público general. Se ubica en la mejor tradición del jazz argentino de las últimas dos décadas porque se trata de material escrito para este proyecto específicamente y porque hay un innegable sabor sudamericano en algunos temas y climas, pero al mismo tiempo se inserta en el ámbito del jazz contemporáneo internacional sin dificultades.
Uno de los secretos o recetas de este disco es bastante poco misterioso: la melodía. Cada uno de los ocho tracks es una canción sobre la que luego el saxo, el piano o alguno de los invitados construye su improvisación. O sea, la vieja receta del jazz. Pero es que tienen que ser melodías bien construidas, y ese es un don de este músico, que además fue su propio productor en este caso.
Al frente de un cuarteto de músicos jóvenes (si consideramos que la juventud dura ahora hasta los treinta y largos) de notable solvencia y calidad -ver ficha técnica-, Juan Torres Fernández entrega un disco que será un hito de este 2022, sin dudas.
Club del Disco
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