Blue Art es un sello discográfico independiente, con sede en Rosario, que cumple dos décadas de vida. Esa es una gran noticia: toda continuidad de este tipo merece ser celebrada en la Argentina. Es muy difícil sostener un emprendimiento de esta naturaleza, si consideramos además que gran parte del catálogo gira alrededor del jazz y sus aledaños (sabemos que no es precisamente el género que más vende en este momento).
Los socios del Club del Disco saben desde hace años que ponemos a su disposición casi todo lo que editaron nuestros pares de Rosario, incluyendo álbumes memorables de Gerardo Gandini, Gato Barbieri, Adrián Abonizio y Ernesto Jodos, entre otros nombres importantes. Pero además funciona como un sello que da a conocer artistas jóvenes, que editan su primer álbum. Faro para los músicos de Rosario y otras ciudades cercanas, el sello también se involucró en la organización de recitales y festivales de jazz. Todo dicho.
Pues bien, celebrando estos veinte años, Blue Art edita un LP de vinilo por primera vez, poniéndose al día con un formato que recuperó terreno notablemente en los últimos años y que, dicho con un dejo de ironía, parece ser el futuro de las ediciones físicas, en desmedro del CD... Este disco es una recopilación de temas de siete artistas que previamente han sido editados en CD (o eso suponemos, ya que el álbum se llama Lo mejor de Blue Art).
Encabeza el Lado A y la marquesina, claro, Ernesto Jodos al frente de un trío que completan Jerónimo Carmona (contrabajo) y Luciano Ruggieri (batería). Este último, junto a su hermano Mariano será el responsable del track final del Lado B. En el medio, notables participaciones de Pablo Socolsky, Jorge Migoya y Rocío Giménez López, más otros artistas.
A priori podría pensarse que un álbum recopilatorio de distintos artistas no es tan atractivo como uno integral de un músico. Sin embargo, la variedad de estilos y acercamientos que se produce, más la altísima calidad del sonido del vinilo de 180 gramos (un aplauso para la masterización, a cargo de Luis Suárez) le da su atractivo a este disco, que es en definitiva un muestrario del enorme talento que hay (o que proviene) de la ciudad a orillas del Paraná.
Detalles nada dramáticos que podrían mejorar aún más esta experiencia: que se pudiera diferenciar más fácilmente el Lado A del Lado B del disco y que hubiera algo más de información sobre los álbumes a los que pertenecen los temas seleccionados para esta antología.
Club del Disco
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