Claudio Parisi es un periodista y amante de jazz. Como todos los especialistas del género, no sólo en la Argentina sino en todo el mundo, ambas condiciones se suman. Generalmente empieza por el amor y deriva en la práctica periodística. Quien le dio forma a este libro además fue muy cercano al inolvidable Nano Herrera, pionero de ambas actividades: un amor incomensurable por el jazz y el hecho de, entre otras cosas, conducir programas radiales y televisivos, en nuestro país. Esto hace que, por un lado, Parisi haya heredado gran parte del anecdotario vía Herrera y, por el otro, que este último sea a la vez protagonista de varias de esas historias, en las que se entremezcla con Duke Ellington, Dizzy Gillespie o Bill Evans, por ejemplo.
Para quienes disfrutan de esta música se trata de un volumen imprescindible. Para quienes enseñan la historia del jazz en la Argentina, texto obligatorio. El índice onomástico es una guía de los nombres que hicieron el jazz local, y aparecen más celebridades extranjeras de lo que uno sospecharía a priori.
Si bien el estilo no es el fuerte del libro, y no faltan ciertas redundancias, la transmisión de las voces de los protagonistas lo hace entrañable y de muy rápida lectura. El material documental, que incluye programas de mano, afiches y fotos inéditas, es parte sustancial del libro. Esta primera edición recorre veintitrés riquísimos años de historia que, no casualmente, comienzan y terminan en gobiernos militares (es la realidad de más de medio siglo argentino donde hubo más gobiernos castrenses que civiles).
Se recomienda leerlo escuchando la música de los ilustres visitantes que dejaron su huella en nuestra música, ya que interactuaron (y mucho) con los jazzeros de cada ciudad que pisaron, influyendo en las carreras de varios de ellos.
Club del Disco
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