Esmeralda Escalante y Yago Escrivá son los artífices de Ainda Dúo, y este disco es, como su nombre lo indica, su segunda producción autogestionada y llena de buenas canciones propias. En este álbum, además de sus frescas nueve canciones nuevas, hacen una linda versión de un tema de Guillermo Klein, con la voz de Lucio Mantel como invitado.
Sus temas son atemporales, emotivos, paisajistas o cálidos, todos con poca pero atinada instrumentación, a lo que suman sus voces. Los dos cantan a lo largo de las diez piezas, alternando muy bien los roles de voz cantante, coros o segunda voz. Ellos también tocan casi todos los instrumentos de cuerdas: guitarras, bajo y ukelele; para lo demás hay invitados que grabaron y se escuchan aportes de: violin, cello, contrabajo, clarinete, percusiones y hasta alguna guitarra eléctrica.
El sonido y el ambiente que lograron para la grabación es impecable, transmiten un energía apacible pero que fluye, de las cosas en movimiento, como dicen sus letras, en una especie de danza relajada. Los ritmos que los influencian se dejan entre oír aguzando el oído, músicas populares y cercanas, todo con un tamiz de contemporaneidad y frescura.
En los 38 minutos que dura el disco logran desplegar sus voces pasando por diferentes estados. Por las ideas de producción y el carácter de su música se podrían emparentar con Jorge Drexler en sus primeros trabajos, o la calidez de Lisandro Aristimuño; pero al ser un dúo, crean una amalgama y apertura particular en su propuesta.
El arte, con un concepto minimalista, es muy cuidado y bien presentado con una gráfica que incluye librito con todas las letras y una obra para cada una, del artista Tomás Bres Bullrich.
Con todo esto Ainda Dúo se gana un lugar especial entre los cancionistas.
Club del Disco
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