Córdoba es mi Europa fue titulada, con cierta ironía, la nueva producción autogestionada de este grupo de Buenos Aires que se hace llamar Los Animales Superforros. Su segundo disco en apenas cuatro años en la escena porteña, y donde se las arreglan para parecer de otro lugar. Combinando bien instrumentos como el charango, los vientos andinos, sintetizadores, el bombo legüero, los teclados y bases electrónicas, crean interesantes canciones pop un tanto alocadas; como el malambo beat de Patrominio de la humanidad (10).
Hay sanas influencias que van desde los Beatles hasta el folklore argentino, en las composiciones o la forma, y en el audio o el resultado estético se emparentan con artistas como Animal Collective o Café Tacvba (en referencia al sonido). A su vez el grupo pone su propia visión en cómo encara las piezas, con mucho que ver con el imaginario popular argentino, desde la desfachatez de los titulos o las temáticas de las letras hasta en su espíritu innegablemente nacional y actual.
El resultado es atractivo y jugoso, con cierto riesgo que hace tomarlos en serio. Incluso de la sensación de que algunas canciones son el resultado de zapadas o “cuelgues” tocando, cierta improvisación que luego bien amalgamada quedó en el disco. Esto significa entre otras cosas, que es una banda fluida y de creación colectiva, no se trata de un producto que va todo cocinado al estudio, digitado por una sola persona. Son once temas propios en una gráfica acorde al concepto de cruce, entre lo “moderno” y digital, con la imponencia del paisaje, la tradición y un flash localista.
Del pop al rock y al folk psicodélico.
Club del Disco
Comentarios