Felicidad en la cara de los músicos de la orquesta. Felicidad en el rostro de los miles y miles de porteños (y algunos turistas, claro) que la cámara sorprende en los alrededores del Obelisco. Felicidad en el gesto del recordado Leopoldo Federico, al subir al escenario con su bandoneón. Felicidad en las palabras de Daniel Barenboim, al dirigirse al público. Felicidad es lo que se vive en cada instante de este DVD que, de manera poco habitual, aúna el género puramente musical con el documental. Pues incluye, además de la música con toda la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, participación de la danza con Mora Godoy y Junior Cervila como pareja de baile.
Los puristas de la música ciudadana no encontrarán en este material nada que los pueda conmover, o sí: el hecho de que tanta gente se reúna en torno al repertorio tanguero. Pero no se trata de un producto pensado para los especialistas o fanáticos, sino para el público en general y del exterior. Aún con todos los prejuicios, que uno se pueda acercar a ver y escuchar este material, las orquestaciones están tan bien escritas, tocadas y dirigidas, todo está hecho con tanto amor y seriedad, que el resultado es muy superior a lo que se pueda imaginar el más desconfiado: vale la pena prestarle oídos y ojos a Barenboim haciendo tango.
Barenboim dirige, toca el piano, habla con el público, desplegando así toda su musicalidad y carisma. Es un seductor nato, y su coherencia se trasluce en cada frase musical. Verlo tocar Piazzolla es un placer y un descubrimiento. Nadie puede esperar que suene como Pugliese o Salgán: suena como Barenboim escucha el tango.
Testimonio de una Buenos Aires que ya cambió (el concierto fue en el crepúsculo de un 31 de diciembre de 2006) con la presencia de notables como el ya mencionado Leopoldo Federico y Horacio Salgán, y un ambiente entre festivo y melancólico que lo rodea todo. El DVD sorprende también por lo bien editado, la cámara suele tomar en primer plano al músico correcto en el momento indicado, algo tan sencillo pero a veces al parecer tan esquivo para los directores de videos musicales).
Para ver, compartir y atesorar.
Club del Disco
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