Caleidoscopio es el sexto álbum de Marcelo Ezquiaga y viene con pulso rockero y una producción pop impecable. Suena intenso, eléctrico y cargado, a la vez que se acerca a lo bailable por momentos, y vuelve a desplegar todo su poder compositivo con la canción. Este álbum representa un cambio claro en la búsqueda sonora y el carácter extrovertido del autor.
Con un audio muy bien desarrollado y plasmado, que mezcla instrumentos de banda de rock, electrónica, la voz al frente y los teclados como guía referenciales de lo melódico; todo con un trabajo fino en el estudio. Para esta ocasión incorpora guitarras y distorsión que no usaba en sus dos obras anteriores, sampleos y procesadores que lo llevan a un lugar de electropop de muy buen nivel.
Con ocho canciones y un track instrumental oculto al final, donde coquetea con el dance, le basta para redondear una magnífica muestra de su talento como autor y de la excelente dupla de trabajo que armó con su coequiper Ezequiel Kronenberg (productor de discos para Lucas Martí, Rosal, Manuel Onis y muchos más), y dejarnos un producto bien completo.
Muy rítmico y directo, contagioso en las melodías y letras interesantes. Elevando pop, art rock (o sea no limitado a la formación de bajo batería, guitarra y voz, sino que suma arreglos con otros instrumentos e ideas de psicodelia, influencias Beatles, expandiendo los límites en la sonoridad y las composiciones). Un disco ambicioso y cuidado, que se ubica a nivel de las buenas producciones del mundo del rock internacional. Ezquiaga que ya cumplió diez años de carrera solista, sigue corriendo...
Producido por Marcelo Ezquiaga y Ezequiel Kronenberg
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