El título del disco (y del track 6) tiene ciertas resonancias cinematográficas, porque remite, claro, al nombre en castellano de aquella fabulosa película de los ’70 en la que el jardinero encarnado por Peter Sellers llega a la presidencia de los EEUU.
Después de un buen rato nos damos cuenta de que hay solo dos letras de diferencia y, además, más allá del parecido en el nombre, no tiene nada que ver con aquel argumento… En este registro de Andrés Hayes priman los temas con desarrollos largos y con tempi medios, lo que deriva en que la mayor parte de los tracks promedie los 8 minutos de duración.
Hay algo en la estética, y también el toque de Jodos en los temas más climáticos, que nos recuerdan a Debussy. En todo caso es un disco íntimo, más replegado hacia las emociones interiores que “hacia fuera”. El saxo tenor de Hayes canta con dulce expresividad, pero no es el disco de un saxofonista, sino el de un compositor que usa herramientas del lenguaje y la orquestación del jazz para expresarse. De hecho hay muchas líneas melódicas llevadas adelante por el piano o la guitarra. Afortunadamente Hayes cuenta con intérpretes de lujo: no existe ni un instante de tedio o de “mirar para otro lado” en esta grabación por parte de los músicos.
Se siente a todo el grupo tocando cómodo, virtud del estudio y de los técnicos que participaron de las tomas. El resultado final es prolijo y con un audio que nos permite disfrutar del quinteto como si lo tuviéramos en nuestro living. Una joyita más en el excelso catálogo de Sofá Records. La gráfica acompaña a la música y, quizás para evitar personalismos, se decidió que fuera de autor anónimo.
Producido por Andrés Hayes
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