Entrevista con Gastón Urioste

El sol sale por el oriente

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Un ping-pong con el oboísta uruguayo que pergeñó Ultimos soles del verano, Disco del Mes de enero. Influencias, idas, vueltas, entre la Banda Oriental, Europa y estas playas...

¿La música del disco ya estaba en tu cabeza o escrita previamente o llegaste a ella junto con los músicos que grabaron?

Fue escrita previamente. Los temas fueron tomando forma en tres etapas: primero compuestas como canciones instrumentales, guitarreando y cantando, algunas de ellas son incluso coautorías. Luego tuve la oportunidad de tocar este repertorio con todo tipo de músicos, y así fui definiendo instrumentación, estructuras y arreglos. Y por último, llegado a Buenos Aires sentí que era el momento de grabarlas, y me fui cruzando con estos maravillosos músicos. En los ensayos y en la grabación, luego de tocarlos y definir consignas, nos apoderamos colectivamente de las músicas. Cada instrumento tenía que tener su momento de relieve y además de los solos, hay otros momentos improvisados sobre esas consignas, como la línea de voz en Lemon paisano o el acompañamiento de chelo en Flechazo.

¿Qué vínculos tuviste con la cultura oriental, por ciertos aires que se escuchan en el disco?

Con la Banda Oriental muchísimas… crecí con su música. Del otro Oriente, hay algo, pero es más como una fantasía. Busqué algo mas indefinido geográfica y temporalmente, y tengo como un ideal de melodía rara pero pegadiza.

¿Dónde tomaste la foto de tapa?

Es en una chacra en Villa García, en la República Oriental del Uruguay.

¿Este es tu primer disco como autor e intérprete?

Colaboré en algunos discos y producciones como oboísta, pero sí este es el primero como autor.

¿Cómo fue la experiencia de producirlo en un medio nuevo para vos?

Hubo una preproducción montevideana con Hernán Gonzalez, compositor y trombonista que toca en el disco, de pelotear y evaluar los temas, y eso fue una gran ayuda. En esta orilla del río, fue cuestión de moverme, tocar con músicos, ir a escuchar, en busca del sonido y del nervio para grabar estas canciones. Tuve verdaderas corazonadas sonoras cuando me crucé con Victoria Zotalis, con el trío Ojeda-Olivera-Bulgakov y con Agustín Uriburu. Con Álvaro Herrera, que toca melódicas y es el autor de la intro del disco, ya habíamos tocado juntos en otras épocas, fusionando melódica y oboe. Por recomendación llegué a Casa Frida, un ámbito ideal donde escucharon atentamente; lo que quería. Y pasamos tres días grabando como en casa.

¿Existe algún artista argentino que haya influido en tu música?

Muchísimos, desde siempre… Pero cuando llegué acá, luego de pasar varios años en Francia, me quedé asombrado de la cantidad de producción artística y sobre todo la musical. Mucha gente está haciendo cosas bellísimas, con riesgo y originalidad.

¿Dónde y cómo recomendás escuchar este disco?

En la casa o en cualquier otro ámbito, como quien mira un libro de láminas. Me viene esa imagen, un disco de estampas, algunas locuaces y coloridas y otras más hondas y sombrías.

¿Cómo verás los últimos soles de este verano?

Los últimos soles del verano y los primeros del otoño estaremos con la banda tocando en vivo estas músicas.

> Ver y escuchar el Disco del Mes: Últimos soles del verano

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